18 septiembre 2014

Esnobismo literario

Ana Garralón firmaba hace unos días Retrato del reseñista adolescente, un artículo publicado en la revista digital mexicana Letras libres. Y el revuelo que han levantado las opiniones de esta profesora, escritora y experta en literatura juvenil —según la Wikipedia— en el entorno literario de la red ha sido curioso, además de una campaña publicitaria gratuita. De momento.

Sin embargo, no es el objetivo de esta entrada hablar sobre lo que piense o crea una persona determinada, en este caso Ana Garralón, sino llamar la atención sobre la tendencia a apoyar esa idea de rechazo a prácticas relacionadas con los libros o a sectores de población lectora. Porque, aunque nos pese, la opinión que expresa esta señora representa en varios puntos lo que otros tantos piensan.

Esnob. (Del ingl. snob)1. com. Persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos. U. t. c. adj.

En Retrato del reseñista adolescente, la señora Garralón carga contra una relativamente nueva práctica que existe en internet: subir un vídeo a Youtube en el que se habla de un libro. Y, tirando de una ironía no muy fina, también arremete contra las personas que hacen esto, muchas de ellas jóvenes, los booktubers.


Nuevo uso de la plataforma Youtube para comentar
las impresiones personales sobre algunos libros


Sus “argumentos” vuelven a ser, como sucede en este tipo de ocasiones, los mismos: ensalzamiento de los clásicos en detrimento de lo nuevo, escasez de variedad temática, ausencia de “profundidad” literaria, insinuación veladas a las descargas ilegales, devoción desmedida, etc., hasta llegar al desprecio por su imagen física o sus capacidades mentales.

¿Está en lo cierto Ana Garralón y las personas que opinan como ella? Quizás, tengan su parte de razón al pensar así y están en su derecho de hacerlo, como también tienen derecho a expresarlo. Pero, al ejercerlo, se olvidan de la libertad que tienen los demás para hacer exactamente lo mismo sobre sus escritos o sobre una película, un partido de fútbol o un libro.

Hace un par de semanas, comentábamos el tema de la autopublicación en Amazon y el esnobismo que parecía haber alrededor de este método que, aunque mejorable en muchos aspectos, ofrecía una libertad muy atractiva. Pues, bien, el caso es similar.

Señores y señoras, existen clásicos estupendos, ¡sí! No estaría mal que estos jóvenes, en lugar de recibir críticas, fuesen alentados para acercarse a ellos. Puede que muchas de las obras no tengan un “ritmo trepidante”, que dice Garralón, como el día a día que nos ha tocado vivir, tan diferente del que vivían aquellas personas que podían permitirse el lujo de la lectura hace doscientos años. Pero trata de esgrimir tus motivos de forma constructiva. ¡Convéncelos, no los insultes!

¿Hay homogeneidad en gustos y poca diversidad temática? ¿Quizás se deba a que se trata de un sector de la población concreto, en una fase de su desarrollo muy complicada, con unas inquietudes comunes sea cual sea el momento histórico?

Otra de las quejas más típicas es que la gran mayoría de estas lecturas y, por lo tanto, las reseñas derivadas de ellas son superficiales. Lo que, seguramente, sea verdad. El fin de la novela, desde su origen etimológico, es entretener y, lamentándolo mucho, cada uno se entretiene con lo que puede y quiere. Mal alcanzado objetivo es escribir una historia cuya profundidad suma al lector en los más intrincados debates filosóficos o morales, gracias a un uso de la técnica asombroso, si éste no entiende nada y en el segundo párrafo está ya durmiendo.

“La retórica es el contrapunto de la dialéctica.”                                  Aristóteles, Ars Rhetorica 

En cuanto a las descargas ilegales, desgraciadamente y dadas ciertas políticas económicas actuales, están a la orden del día. Leer a Dostoyevski o Joyce no exime.

Y sí, el fanatismo es perjudicial a cualquier nivel. Ana Garralón alude al hecho de que algunos de estos jóvenes muestran tatuajes inspirados en sus novelas favoritas. Con sinceridad, hay que admitir que tatuarse es una decisión seria, ya sea una frase de tu idolatrado personaje o “Amor de madre”, pero suicidarse lo es más. ¿Vamos a denostar por eso Las cuitas del joven Werther de Goethe?

“Lo que antes se escuchaba tímidamente en los corrillos de los círculos de lectura, ahora está para siempre en la red.”                                                                 Ana Garralón, Retrato del reseñista adolescente

En definitiva, es una cuestión de libertad, de gustos y de respeto. La labor que realizan estos jóvenes es la de comunicar, con mayor o menor cuidado, lo que atrae su atención y lo que les gusta en cuestiones narrativas. Están ahí para quien los quiera ver o escuchar, sin obligaciones.

¿Por qué no tratar de seguir su ejemplo en ese aspecto y mostrarles, a los jóvenes y a todos los demás, otras obras que consideren que merecen la pena, tienen profundidad literaria y variedad temática? ¿Por qué ese afán destructivo y dañino?

En Devicio, seguiré reseñando, pese a quien pese. Y este
será el libro de la próxima semana, sí, cortesía de Planeta


Personalmente, elijo no hacerlo. Y, desde esta sección, procuro encontrarles a todas las obras un aporte positivo, sin engañar ni destripar. En general, no siento que las reseñas que hacen los booktubers aborden los aspectos que me interesan de un libro y tampoco cubren mis inquietudes muchas otras que vienen firmadas por críticos a sueldo. Así que no me decanto por ninguno de los dos grupos, pero para eso existe la variedad, para encontrar personas que se toman en serio su labor —no siempre remunerada— y ofrecen trabajos que satisfacen a diversos públicos. Y la verdad, encontrarlos no es sencillo.

Seguid leyendo, sean cuales sean vuestros gustos,

@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com

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